El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, denunció que Argentina no ha cumplido con el pago por la compra de gas natural realizada a finales de 2024, tras la firma de un contrato interrumpible. Aunque no especificó el monto adeudado.
Además, Dorgathen informó que el país vecino aún no está utilizando los gasoductos de Bolivia para exportar su gas natural a Brasil, debido a «factores políticos».
“Igual, hasta el día de hoy, no nos pagan. Tenemos un tema complejo con Argentina; tenemos todavía deudas de la finalización de nuestro contrato”, reveló Dorgathen en conferencia de prensa.
Pago de exportaciones
En septiembre de 2024, Bolivia puso fin a casi 20 años de exportación de gas a Argentina, marcando un cambio en la dinámica energética de la región. La decisión se dio luego de que el país vecino comenzará a explotar Vaca Muerta, una de las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo.
Según el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, este yacimiento es “un monstruo” capaz de cubrir la demanda interna argentina e incluso generar excedentes para la exportación.
Sin embargo, la transición no ha sido del todo fluida. A pesar del potencial de Vaca Muerta, las provincias del norte argentino siguen enfrentando dificultades para abastecerse de gas.
Como respuesta, en octubre de 2024, Bolivia firmó con Energía Argentina SA (Enarsa) un contrato interrumpible para continuar suministrando gas hasta finales de ese año. No obstante, Dorgathen reveló que la empresa argentina aún no ha cumplido con el pago correspondiente, aunque evitó precisar el monto adeudado.
Uso de ductos en suspenso
Además, el ejecutivo de YPFB cuestionó la administración del presidente argentino Javier Milei, argumentando que sus decisiones están bloqueando un acuerdo beneficioso para Bolivia, Argentina y Brasil.
Con la suspensión de las exportaciones bolivianas a Argentina, Bolivia optó por alquilar sus gasoductos para que el país vecino envíe su excedente de gas a Brasil, lo que generaría ingresos para ambas naciones y garantizaría el suministro energético brasileño.
Sin embargo, según Dorgathen, cuestiones políticas han frenado el inicio de estas operaciones, a pesar de que todo está listo para su ejecución.
Este escenario refleja los desafíos de la integración energética en la región y el impacto de las decisiones políticas en la estabilidad del sector.
