En una reunión realizada en la ciudad de Cochabamba, los gobernadores de siete departamentos de Bolivia se declararon en emergencia debido a los problemas financieros, la falta de combustible y el alza de precios de productos que afectan a sus regiones.
Los gobernadores de Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Oruro, Tarija, Beni y Pando analizaron los problemas que enfrentan y demandaron una reunión con el presidente Luis Arce para dar a conocer sus necesidades y buscar soluciones.
Entre los puntos acordados por los gobernadores se encuentran la solicitud de mejora de condiciones financieras para acceder a un fideicomiso de Bs 1.500 millones, la flexibilización de criterios para el cálculo de la capacidad de endeudamiento, la garantía de recursos del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados, y la provisión de combustible para programas y proyectos de inversión.
Los gobernadores también solicitaron la revisión de obligaciones financieras transferidas a las gobernaciones que son de competencia del Nivel Central y la condonación de saldos a favor del Tesoro General de la Nación en el Fondo de Compensación Departamental.
