En primicia mundial, el fabricante de maquinaria suizo-alemán Liebherr ha presentado la L566 H, una excavadora de carga pesada propulsada por hidrógeno.
En colaboración con la empresa constructora Strabag, la excavadora se está utilizando en un proyecto piloto que durará dos años en la cantera de Gratkorn (Austria).
El objetivo de los países de reducir sus emisiones de carbono a cero ya en 2040 impulsa las innovaciones en los sectores del transporte y la construcción, que tradicionalmente han sido los mayores emisores de gases de efecto invernadero.
Aunque la industria del transporte urbano ha logrado cierto éxito en la electrificación de vehículos de tamaño pequeño y mediano, los vehículos de gran tamaño, como las excavadoras, no pueden funcionar con la energía almacenada de las baterías.
La gran demanda de potencia de estos equipos los hace inadecuados para el funcionamiento con baterías, que es donde el hidrógeno puede ayudar.
Cargadora pesada impulsada por hidrógeno
Debido a su alta densidad energética, el hidrógeno se está estudiando como alternativa a los combustibles fósiles. Cuando se utiliza en una pila de combustible, el hidrógeno se mezcla con oxígeno para generar electricidad. Sin embargo, los planes de Liebherr para la L566 H son muy diferentes.
La empresa utiliza hidrógeno en un motor de combustión especialmente modificado que puede quemar hidrógeno en lugar de diésel para propulsar la exacavadora.
Fabricados en la división de componentes de Liebherr en su planta de motores de Bulle (Suiza), los motores de combustión modificados no producen gases de CO2 ni óxido nitroso, al tiempo que ofrecen una alta eficiencia energética.
«La tecnología también permite el funcionamiento sin CO2 de vehículos grandes que son difíciles de electrificar debido a su alta demanda de energía», dijo el Dr.-Ing. Herbert Pfab, director técnico de Liebherr en el comunicado de prensa.
Según sus estimaciones, si se propulsa con hidrógeno, la L566 H evitará la emisión de 100 toneladas métricas de CO2 al año.
Pero, ¿es escalable?
Aunque los proyectos piloto están pensados para probar nuevas tecnologías y determinar si pueden ampliarse, alimentar una excavadora de gran tonelaje con hidrógeno podría considerarse una quimera.
Según las estimaciones de Liebherr, la L566 H evitará el uso de más de 37.500 litros (9.900 galones) de diésel, pero el equipo tendrá que ser alimentado con hidrógeno verde para evitar emisiones.
En el lugar del proyecto piloto, la excavadora de carga pesada se repostará con hidrógeno verde suministrado por Energie Steiermark, pero la disponibilidad de hidrógeno verde sigue siendo un problema.
Aunque el hidrógeno puede producirse con energía solar y eólica, el costo de producción es elevado, y el hidrógeno disponible comercialmente se fabrica con combustibles fósiles. Por eso se le denomina hidrógeno marrón.
Se calcula que la demanda de hidrógeno alcanzará los 130 millones de toneladas en 2030, y gran parte de ella se cubrirá con hidrógeno marrón.
Construir el L566 H puede parecer una medida discutible, pero un enfoque gradual puede ser la solución. «Queremos ser climáticamente neutros en 2040», afirma Klemens Haselsteiner, CEO de Straboag en el comunicado de prensa. «La única forma de conseguirlo es ahorrando CO2 de forma sistemática y exhaustiva, por ejemplo, en el funcionamiento de la maquinaria de construcción».
A medida que la producción de hidrógeno pase del marrón al azul y, finalmente, al verde, también madurará la maquinaria que podría beneficiarse de un combustible más limpio.
Con información de Interesting Engineering.
