Una delegación de periodistas verificó este sábado en la terminal de Sica Sica, en inmediaciones del puerto de Arica, Chile, los tres buques con combustible – gasolina, diésel y crudo – que esperan bajen las marejadas para realizar la descarga del insumo que abastecerá al mercado nacional durante, por lo menos, un mes y medio.
Se trata de un buque con 260.000 barriles de diésel, otro con 220.000 barriles de petróleo y un tercero con 160.000 barriles de gasolina. A éstos se sumará mañana, domingo, un cuarto buque con 260.000 barriles de diésel, detalló el gerente de Operaciones de YPFB, Ramón Navas, en la misma terminal de Sica Sica.
“Nosotros lo que hacemos es despachar a Bolivia a un volumen de más o menos de 20.000 barriles día, si estamos hablando de 260.000 más 260.000 (son) 420.000 (barriles de diésel), vamos a tener un flujo de por lo menos un mes y medio de abastecimiento en el país”, aseguró.
Si bien los buques arribaron hace días al puerto chileno, las condiciones climáticas impidieron que se realice la descarga del combustible.
Para esta operación, la Capitanía de la terminal exige que el oleaje de la zona este en 1,5 metros, sin embargo, por la temporada de invierno éstas superan los 2 metros.
A diferencia del puerto de Arica, donde se opera con otro tipo de productos, en la terminal de Sica Sica se emplea un procedimiento particular para la descarga de combustibles y de acuerdo a un protocolo preventivo denominado estudio de maniobrabilidad ya establecido para impedir la contaminación de las aguas.
Los buques no atracan en el muelle del puerto, como sucede en Arica. Navas explicó que cuando las olas están por debajo de 1,5 metros, el buque es guiado por expertos de la Armada de Chile hasta la punta del ducto submarino ubicado a aproximadamente un kilómetro y medio de la costa.
Ahí, un buzo desciende para realizar el enganche de la grúa del buque a tierra y la conexión de un ducto de 12 pulgadas a la válvula de la nave.
“El barco tiene sus propios medios, tiene bombas para bombear, tiene sus tanques, y es una operación coordinada que se hace entre barco y recepción en tanques en la terminal”, detalló el funcionario.
Sin embargo, por las marejadas que se presentan desde el mes de junio, cada año, pero en esta ocasión con mayor intensidad, impiden la operación.
“Como no está fijo a un muelle el barco, se mueve. Entonces cuando las olas están por encima del 1,5, hay una alta probabilidad, por el estudio de maniobralidad, de que pueda haber afectación principalmente en las conexiones. Por otro lado, la seguridad del personal que está tanto en el barco como alrededor, porque se manejan remolcadores, se manejan lanchas de control”, recalcó.
Por ello, los tres buques están, por ahora, a la “gira esperando condiciones meteorológicas para poder conectarse a la terminal”.
De acuerdo con las proyecciones de la capitanía marítima de la terminal “hasta el 31 de julio, no van a haber condiciones” para realizar la descarga de los combustibles.
Jfcch/Nj
Via: ABI
