Un equipo de investigadores de la Universidad de Guelph ha logrado un importante avance con un novedoso material similar a la baba capaz de generar electricidad cuando se somete a compresión.
Sus hallazgos, revelados durante experimentos realizados con la Canadian Light Source de la Universidad de Saskatchewan, ponen de relieve las diversas aplicaciones potenciales del material.
Este material único podría incorporarse a sistemas de pavimentación para generar energía limpia al pisarlo.
Caminar podría generar electricidad
La investigadora principal, Erica Pensini, sugiere que puede mejorar las plantillas de los zapatos al proporcionar datos sobre la forma de andar de una persona.
Además, la tecnología podría servir de base para la piel sintética, equipando a los robots para que detecten la presión adecuada para tomar el pulso a un paciente.
«El sincrotrón actúa como un microscopio avanzado que nos permite observar cambios a nivel microscópico», explica Pensini.
«Cuando se aplica un campo eléctrico, se obtiene información sobre las transiciones de la estructura cristalina de este material».
Como profesora asociada de la Universidad de Guelph, Pensini y su equipo descubrieron que esta «baba» puede transformarse en diversas estructuras microscópicas.
Observaron que podía adoptar una configuración similar a la de una esponja, apilarse en capas que recuerdan a la lasaña o adoptar una forma hexagonal.
Esta capacidad de cambiar de forma podría proporcionar nuevos métodos de administración selectiva de fármacos en el campo de la medicina.
«Imagínese utilizar este material para encapsular un compuesto farmacéutico», añadió Pensini, «y luego aplicar un campo eléctrico para desencadenar la liberación del medicamento».
El prototipo del equipo se compone principalmente de sustancias naturales, lo que lo hace altamente biocompatible.
Está compuesto en un 90% de agua y ácido oleico, presente en el aceite de oliva, y aminoácidos, que son los componentes fundamentales de las proteínas del organismo.
«Mi objetivo era crear algo totalmente seguro; me sentiría cómoda aplicándomelo en la piel sin dudarlo», comenta.
Nueva baba
Además, el material es prometedor para su uso en diseños avanzados de vendajes que podrían facilitar la cicatrización.
El cuerpo humano genera de forma natural pequeños campos eléctricos que atraen a las células curativas hacia las lesiones. Podríamos acelerar el proceso de curación colocando un vendaje que amplificara este campo eléctrico. Nuestros movimientos naturales y nuestra respiración podrían activar el vendaje, aumentando aún más su eficacia».
La posibilidad de utilizar este material similar a la baba en aplicaciones terapéuticas ha llevado a Pensini y sus colegas a explorar varias ideas.
En concreto, el equipo de investigación está intrigado por la forma en que esta tecnología puede hacer avanzar la medicina y la robótica.
Con información de Interesting Engineering.