De productor a importador de carburantes. El país, actualmente, solo produce el 15% de diésel y el 30% de gasolina que consume, mientras que importa el 85% de diésel y 70% de gasolina para abastecer el mercado interno.
Bolivia, en sus mejores tiempos, producía más de 85% de carburantes y solo importaba un 15%. Ahora, la situación se volcó.
En 2014, la producción de petróleo y condensado fue de 18,6 millones de barriles anuales, pero en una década cayó en 54% y en 2023, Bolivia produjo solamente 8,6 millones de barriles anuales.
Ese mismo año, Bolivia registró una producción de 21.766 millones de metros cúbicos de gas y en 2023 esta cifra mermó en 40% y se anotó una producción de 13.122 millones de metros cúbicos.
La causa fue el agotamiento de los pozos petroleros y la falta de exploración de nuevos yacimientos. La disminución de ambos recursos estratégicos de Bolivia generó la caída de las exportaciones de hidrocarburos y en consecuencia un menor ingreso de divisas.
En entrevista con La Razón Radio, la gerente de Productos Derivados e Industrialización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Gabriela Delgadillo, afirmó que Bolivia importa el 85% de Diesel y gasolina entre el 65% y 70%.
No obstante, afirmó que la estatal petrolera está gestionando la descarga de petróleo crudo para producir Diesel y gasolina en el país y, de ese modo, evitar el porcentaje de importación de carburantes.
En 2023, la producción de petróleo en Bolivia cayó a los niveles más bajos de los últimos 30 años, según un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Via: La Razón