Bolivia busca poner fin a su dependencia de la importación de gasolina y diésel en 2025, con mayor producción y refinación de crudo nacional, afirmó este miércoles el presidente Luis Arce, en un mensaje a la Nación.
«Vamos a dar un salto cualitativo para romper con la dependencia de la importación de combustibles. Vamos a proteger nuestra biodiversidad y trabajar en políticas económicas y sociales por el bienestar de cada boliviano», aseguró Arce.
Para reactivar la producción nacional de hidrocarburos, la petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) trabaja en la ejecución de más de 42 proyectos de exploración, en el marco del estratégico Plan del Upstream que encara desde 2021.
«La industrialización no es solo una meta, es la clave para garantizar una verdadera independencia económica y construir un futuro digno para todos», destacó, y exigió al Congreso boliviano la aprobación créditos externos que superan los 1.300 millones de dólares.
El Gobierno boliviano también impulsa tres plantas de biodiesel, una en operaciones en el departamento de Santa Cruz (este) y otras dos por empezar en la ciudad de El Alto (oeste), que se constituyen en uno de los mecanismos para romper con la dependencia de la importación del combustible, que en Bolivia es subvencionado.
El 86 por ciento del diésel y el 56 por ciento de gasolina que se consume en el mercado interno de Bolivia es importado, según datos de YPFB, debido a que actualmente se produce sólo una mínima parte de combustibles líquidos.
Via: América Económica