La caída gradual en la producción de hidrocarburos en el país, ha puesto la mirada en una de las industrias más grandes del departamento, la Planta Separadora de Líquidos “Carlos Villegas” situada en Yacuiba. Y es que surgió la interrogante, ¿qué va a pasar cuando se termine el gas?, una duda que crece más ante la falta de certificación de las reservas, información que se ha vuelto un secreto de Estado. Ante esa situación, algunos actores políticos de la Región Autónoma del Chaco expresan su preocupación, y advierten que con el fin de la era del gas llega el fin de la autonomía regional.
Si bien en reiteradas ocasiones se ha advertido que la Planta Separadora de Líquidos ha sido una obra sobredimensionada, a la fecha no existe información actualizada y oficial sobre cuánto es su capacidad de operación. El dato más reciente fue el publicado por la Fundación Jubileo el 2023, que advierte que dicha industria solamente opera al 16% para producir GLP.
En aquella oportunidad, Fundación Jubileo había indicado que la baja producción de la Planta Separadora obedecía a la disminución de la demanda de gas de Argentina. Empero, ya se conoce que el vecino país solamente requerirá gas boliviano hasta octubre de la presente gestión, situación que avizora que caiga aún más la producción de esta industria.
“Será chatarra”
“Yo lo dije el año pasado, el rey de la chatarra de Santa Cruz que venga a Yacuiba a ubicarse, porque esa Planta Separadora de Líquidos se va a convertir en un monumento a la chatarra”, fueron las palabras del político chaqueño y exasambleista departamental, Wilman Cardozo.
Mencionó que cuando se acabe el gas en Tarija, esta industria quedará como un adorno y será la prueba que en algún momento el departamento fue productor de hidrocarburos.
“¿Qué van a separar ahí? Es como tener un matadero y no hay vacas, qué cuero vamos a sacar de adentro, nada pues. La Planta Separadora de Líquidos que costó cerca de 700 millones de dólares a los bolivianos y que no funcionó nunca más del 20%, de ahí sacábamos el gas que le vendíamos a la Argentina, (…) pero ahora qué vamos a sacar”, apuntó.
¿Fin de la autonomía?
Cardozo considera que la autonomía regional está en riesgo, ya que son los recursos de las regalías e IDH los que hacen funcionar ese aparato público, ya que no tiene otro tipo de ingresos, y el día que se termine el gas, no tendrá sostén económico para continuar.
“El día que dejemos de exportar gas, que dejemos de vender gas, que apague la luz el último que salga. Les voy anunciando, no es que uno se está inventando, muere la autonomía regional, por ahí no hay pacto fiscal, no hay redistribución de la riqueza nacional o no hay compensación económica a nuestros departamentos productores, van a morir todos esos beneficios, llámense canastas alimentarias, bonos”, mencionó.
Cardozo cuestionó el silencio cómplice de las autoridades de la Región Autónoma del Chaco, que por tener afinidad con el Gobierno Nacional, no levantan la voz. Sin embargo, destacó el informe brindado por el gobernador de Tarija, Oscar Montes, que advirtió que se acaba el gas en Bolivia.
Cabe recordar que Montes en su informe presentado la semana pasada, explicó que haciendo el cruce de la curva descendente de la producción nacional de gas, con la curva ascendente de la demanda del mercado interno, se tiene que, aproximadamente en la gestión 2030, lo que produzca Bolivia va a ser menor a lo que consume. Lo que significa, que a partir de ese año el país deberá importar gas.
La negativa de YPFB
“Bolivia produce gas natural casi cuatro veces más de lo que consume y está lejos de importar ese combustible”, afirmó en días pasados el presidente ejecutivo interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
“Estamos bastante lejos de poder importar gas natural”, remarcó el principal ejecutivo de la estatal petrolera; sin embargo, reconoció que hay una declinación en la producción de ese combustible porque entre 2015 y 2017 no se hizo exploración.
“Si se hubiera hecho ese trabajo de manera adecuada, hoy estaríamos trabajando en el desarrollo de campos y seguramente estaríamos hablando de una producción de 50 millones o 55 millones de metros cúbicos día, si en esos años se hubieran hecho los trabajos de exploración”, señaló.
Actualmente, Bolivia produce 40 millones de metros cúbicos día (MMm3d) de gas, aproximadamente, y demanda alrededor de 13 MMm3d, según datos de la estatal petrolera.
Dorgathen recordó que, a partir de 2021, YPFB puso en marcha un plan de exploración que arrojó resultados exitosos en proyectos hidrocarburíferos, como Yarará, Yope, Remanzo, Churumas y otros.
Petroquímica, la promesa que nunca se cumplió
El político chaqueño, Wilman Cardozo, ya dio por perdido el millonario proyecto prometido a la Región Autónoma del Chaco, como lo es la Planta Petroquímica, industria que demandaba una inversión de 2.000 millones de dólares.
“¿Dónde están los 2.000 millones de la Petroquímica? Se lo llevaron a otro lado. Yo recuerdo que cuando estaba Jeanine Añez, ya nos dijo, no se va a construir la Petroquímica porque no hay gas, de esos 2.000 millones queremos dejar algo al Chaco y Tarija, construir un hospital, doble vía, pero queremos llevarnos la plata, se enojaron. (…) ha vuelto el MAS y se lo han llevado la plata ¿ahora quién reclama? No hay un ciudadano que le saque la lengua al MAS”, mencionó.
Vía: EL PAÍS
