La Planta de Biodiésel I, ubicada en el departamento de Santa Cruz, alcanzó una producción de 13.500 toneladas métricas (TM) entre marzo y diciembre de 2024. Sin embargo, este volumen representa una fracción mínima en comparación con la demanda nacional de diésel, lo que deja en evidencia que la crisis de abastecimiento persiste. En la actualidad sectores como el minero y agrícola exigen el abastecimiento de este producto.
«Con la primera Planta de Biodiésel I, Bolivia avanza decididamente hacia la transición energética. Hasta diciembre de 2024, su producción acumulada alcanzó las 13.500 toneladas métricas«, destacó el presidente, Luis Arce Catacora, en sus redes sociales.
La planta, inaugurada en marzo de 2024 con una inversión de Bs 413,3 millones, genera beneficios económicos, sociales y ambientales para la población. Su implementación refleja el compromiso del Gobierno con una Bolivia industrializada y sostenible.
No obstante, Bolivia produce solo el 15% del diésel que consume, mientras que el 85% restante sigue dependiendo de importaciones, lo que significa que la producción de biodiésel no soluciona el problema del abastecimiento de combustible en el país.
Este avance se complementará con la próxima entrega de la Planta de Biodiésel II en El Alto y la Planta de Diésel Renovable (HVO) en Santa Cruz. Con ambas infraestructuras en operación, se espera reducir la importación de diésel en aproximadamente $us 400 millones anuales, aunque los expertos advierten que para sustituir completamente el diésel importado se necesitarían al menos cinco o seis plantas adicionales.
«Este proyecto no solo promueve la producción de combustibles más limpios y sostenibles, sino que también contribuirá a disminuir la dependencia del diésel importado y la subvención estatal, asegurando un suministro estable y eficiente para el país», afirmó Arce.
Sin embargo, la realidad del abastecimiento sigue siendo crítica. En los últimos meses, la escasez de diésel ha generado largas filas en las estaciones de servicio, afectando tanto a zonas urbanas como rurales.
Esta situación ha impactado negativamente en sectores clave como el agropecuario, que reportó una disminución del 18% en su producción durante 2024 debido a la sequía y la falta de combustible. Además, se proyecta que la crisis de combustible continuará en 2025 si no se toman medidas inmediatas.
Por su parte, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, anunció que en marzo de este año se inaugurará la Planta de Biodiésel II en la zona de Senkata, en el municipio de El Alto, La Paz. Esta nueva planta fortalecerá aún más la producción de biocombustibles en el país, aunque no será suficiente para resolver la crisis de abastecimiento de diésel.
Vía El Deber